El estudio “Desarrollo social inclusivo: una nueva generación de políticas para superar la pobreza y reducir la desigualdad en América Latina y el Caribe”, acotó que los ingresos laborales representan, en promedio, 80 por ciento del ingreso total de los hogares.
El organismo de Naciones Unidas recordó que la región “logró en el último decenio avances notables en diversas áreas del desarrollo social, entre ellos, una significativa reducción de la pobreza y una moderada caída de la desigualdad”.
Estos avances fueron el resultado de políticas sociales y de mercado de trabajo implementadas en un escenario económico favorable, lo que permitió que los objetivos relacionados con la inclusión social ganaran un espacio “inédito” en la agenda pública.
Consignó, sin embargo, que “aún queda mucho camino por recorrer, sobre todo considerando la actual coyuntura económica que augura dificultades para recuperar las tasas de crecimiento registradas en años anteriores y mantener el nivel del gasto público”.
“La reducción de la pobreza se ha estancado desde 2012 y la indigencia muestra una leve tendencia al alza. Además, América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo en términos de distribución del ingreso”, puntualizó la Cepal en su estudio.
Según las últimas estimaciones del organismo para 19 países de la región, en 2014 existían 167 millones de personas en situación de pobreza, equivalente a un 28 por ciento del total de la población.
De ellos, 71 millones de personas, equivalente a un 12 por ciento del total de la población, se encontraban en la indigencia.
Agregó que, en base a datos de 2013, sólo un 49.1 por ciento de la población de América Latina y el Caribe se encuentra fuera de las situaciones de indigencia, pobreza o vulnerabilidad a la pobreza.
Quienes más sufren situaciones de discriminación, carencia, privación de derechos o vulnerabilidad son los niños y niñas, las mujeres, los jóvenes, los adultos mayores, las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes.
Conforme a datos de 17 países de América Latina alrededor de 2013, los ingresos laborales representan, en promedio, 74 por ciento del ingreso total de los hogares en situación de pobreza y 64 por ciento en los hogares en situación de indigencia.
La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, aseveró en el documento que reducir la desigualdad “es condición indispensable para reducir la pobreza. Lo social no se juega solo en lo social, sino que también en la economía, en la política y en el medioambiente”.
“Tampoco la diversificación productiva y el cambio estructural se deciden solo en el campo económico: el desarrollo social inclusivo y la mejora de las condiciones de vida de la población son un requisito necesario para asegurar la prosperidad económica”, acotó Bárcena.
La Cepal insistió en la necesidad de “realizar esfuerzos significativos para cumplir los recién adoptados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el primero que plantea erradicar la extrema pobreza en todas sus formas en 2030”.
El documento del organismo de Naciones Unidas será presentado oficialmente durante la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe que se realiza a partir de hoy en Perú.