"La Unión Europea está muy preocupada (...) Creemos que es discriminatoria, que discrimina a los productores extranjeros en relación con los productores estadounidenses. Y por supuesto esto significaría que sería incompatible con la Organización Mundial del Comercio", dijo hoy en una rueda de prensa la portavoz comunitaria Miriam García.
La futura ley de la Administración del presidente Joe Biden, que ha sido aprobada ya en el Senado pero aún debe ser validada por la Cámara de Representantes, prevé que los compradores de coches eléctricos puedan beneficiarse de un crédito de impuestos de hasta 7.500 dólares, según los ingresos del comprador y el coste del coche.
"Los créditos de impuestos, por supuesto, son importantes como incentivo para dirigir la demanda hacia el vehículo eléctrico y esto es crucial para promover la transición hacia una movilidad sostenible y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero" (...) "pero tenemos que garantizar que las medidas son justas y no discriminatoria", agregó la portavoz.
La Comisión Europea considera que hay aspectos de la futura ley que benefician a las empresas estadounidenses en detrimento de las europeas, por ejemplo, al hacer obligatorio que ciertos minerales empleados en la construcción de los vehículos hayan sido extraídos en Estados Unidos.
Esas cláusulas también han sido criticadas por la asociación Auto Drive America, que representa a once grupos no estadounidenses como BMW, Mercedes-Benz, Hyundai o Toyota, según ha informado el periódico Washington Post.
Consideran que esas reglas son contraproducentes para incrementar las ventas domésticas de vehículos eléctricos, pues obligaría a muchos fabricantes a excluir de sus cadenas de suministro a China, gran productor de baterías, y de otros países con los que EE. UU. no tiene acuerdos de libre comercio.
"Urgimos a los EE. UU. a retirar esta ley discriminatoria", insistió la portavoz comunitaria.