McNeill ha explicado que el Tesla Model S ya ofrece una verdadera conducción autónoma que funciona perfectamente en autopistas. Gracias a los sensores, cámaras y GPS que monta el propio coche, un Model S es capaz de tomar curvas, cambiar de carril, frenar, adecuar la velocidad y estacionar de forma autónoma. “Nuestros coches hacen cada día las mismas millas que el coche autónomo de Google ha completado en 10 años”, ha comentado. Todos los automóviles Testa están monitorizados y envían información a la marca. “Gracias a todos esos datos llegaremos a la conducción autónoma absoluta en muy poco tiempo”, ha declarado. Pero ya a día de hoy, McNeill asegura que “con la conducción autónoma las posibilidades de sufrir un accidente se reducen en un 50 por ciento”.
“Nuestro objetivo es que la tasa de accidentes se reduzca al nivel de la industria aeronáutica”, lo que tendrá un impacto directo en las víctimas mortales provocadas por accidentes de tráfico, y también afectará a la industria de reparación de automóviles, que “va a cambiar radicalmente en muy pocos años”.
La conducción autónoma va a reducir sustancialmente el riesgo de sufrir un accidente, pero la seguridad pasiva de los coches también es una piza clave cuando estos suceden. En ese sentido, McNeill presume de que “las posibilidades de perder la vida en un accidente en un Tesla S es la mitad que en cualquier otro automóvil”. Y es que ese modelo de Tesla ha conseguido las mejores calificaciones de seguridad en múltiples aparatados gracias a su arquitectura. Gracias a la rigidez de las baterías y a no tener que emplear un voluminoso y pesado motor de combustión, se puede diseñar un automóvil que protege de un modo más eficaz a los ocupantes.
McNeill también ha abordado otros puntos clave del éxito de Tesla, cuyo Model 3 ha recibido nada menos que 400,000 reservas en el primer mes, “algo que ni siquiera logró el iPhone”. “Tesla tiene la visión de un transporte sostenible y de hacer coches que no parezcan un carrito de golf”. En la marca tienen muy claro que “por cada coche eléctrico que vendemos, sacamos uno de combustión del mercado. Y eso nos beneficia a todos: por el calentamiento global y porque, solo en Estados Unidos, mueren cada año 50,000 personas por cáncer de pulmón relacionados con las emisiones contaminantes”. Los coches de Tesla ya han recorrido más de 3,400 millones de kilómetros, evitando que se hayan consumido más de 150 millones de litros de combustible.
También se ha explicado el modelo de constantes actualizaciones de software sus coches y las ventajas que ello conlleva para el cliente. Y es que Tesla introduce constantes mejoras en todo su parque de vehículos, que aumentan la autonomía, mejoran las prestaciones o introducen nuevas funcionalidades. “El cliente recibe un aviso y al arrancar su coche ve cómo ha mejorado o cómo tiene algo nuevo”. Este es otro de los cambios en la industria que está protagonizando Tesla, pues según Jon McNeill, “el coche se actualiza gana valor con el paso del tiempo, en lugar de perderlo”.
Tesla emplea a más de 15,000 trabajadores y ya ha producido más de 50.000 coches. La marca dispone de 200 puntos de venta y de una red de 300 supercargadores en todo el mundo.