Si en mayo de 2020 Uber anunciaba números rojos por valor de 2,946 millones de dólares, un año después estos se redujeron más de 27 veces hasta los 108 actuales, aunque, eso sí, la empresa sigue perdiendo dinero.
Los ingresos de la compañía de San Francisco (California, EU) bajaron un 11 por ciento internanual, al pasar de los 3,248 millones entre enero y marzo de 2020 a los 2,903 millones actuales.
Por su parte, los accionistas de la empresa perdieron 6 centavos por título, frente al dólar con setenta centavos de hace un año.
Que la empresa haya logrado reducir tan drásticamente sus pérdidas netas pese a haber disminuido su facturación tiene una explicación fundamental: la venta, anunciada en diciembre pasado, de la unidad de vehículos autónomos conocida como Advanced Technologies Group (ATG) a Aurora.
Durante el pasado trimestre, esta operación reportó 1,600 millones adicionales a Uber, suficientes para compensar la bajada de ingresos e incluso recortar pérdidas.
La venta de ATG podría seguir ayudando a las finanzas de la compañía en los próximos meses, puesto que los analistas estimaron que la operación se habría cerrado por unos 4,000 millones de dólares, de manera que Aurora todavía debería desembolsar más dinero en los próximos tiempos.
Al margen de ATG, los resultados de hoy permitieron observar de forma clara la forma cómo la pandemia de Covid-19 ha cambiado radicalmente el negocio de Uber.
Si a principios de 2020 (antes de que se declarara la pandemia), el transporte de personas era, de lejos, la principal fuente de ingresos de Uber (2,467 millones de dólares); ahora esa partida ha caído un 65 % hasta únicamente 853 millones, a causa de las restricciones a la movilidad.
Por el contrario, los negocios de entrega de comida a domicilio (Uber Eats) y de paquetería (Uber Freight) han crecido un 215 y un 51 por ciento respectivamente, hasta los 1,741 y los 301 millones de dólares.
Además, Eats ha superado al transporte de personas como principal fuente de ingresos de Uber y ya factura más del doble que la actividad que llevó a la empresa a la fama.
Si en lugar de la facturación, se observan los viajes llevados a cabo por los conductores, el transporte de personas cayó un 36 por ciento interanual, mientras que la entrega de comida subió un 157 por ciento y la de paquetería, un 52 por ciento.
La mejora en las cuentas de Uber animó a los inversores en Wall Street, y las acciones de la compañía subían un 0.16 por ciento hasta los 51.23 dólares por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los mercados neoyorquinos.