El último día en Croacia había visto a Sébastien Ogier soportar un dramático comienzo de acción, cuando un incidente en la sección de enlace con la primera etapa del domingo dejó su Toyota Yaris dañado.
Con un auto que se manejaba mal, el francés cedió su ventaja de la noche a la mañana a su compañero de equipo Elfyn Evans, pero logró limitar la ventaja del galés a solo 3.9 segundos antes del Wolf Power Stage. Luego, Ogier tiró la precaución al viento, produciendo un manejo espectacular a través de la prueba final de 14.09 km para arrebatar la victoria y llevarse 30 puntos perfectos.
A medida que avanzaba la temporada y quedó claro que la pelea por el título sería entre los compañeros de equipo de Toyota Gazoo Racing, Ogier y Evans, esta victoria en el Rally de Croacia demostraría ser uno de los momentos más decisivos para Ogier.
Este momento que definió la temporada en Croacia obtuvo casi el 45 por ciento de los votos de los fanáticos, por delante del Safari Rally de Kenia, que produjo otro punto de inflexión importante en la temporada que involucró a Ogier. En esa ocasión, el francés evitó el peligro para escalar desde la séptima posición el sábado por la tarde para alzarse con la victoria. También se tuvieron en cuenta los puntos perfectos de Evans en el Secto Automotive Rallye de Finlandia y el 1-2 de Hyundai en el Renties Ypres Rally de Bélgica