La compañía con sede en Irving (Texas), que encadena ya tres trimestres en números rojos, tuvo una facturación un 32 por ciento menor entre enero y septiembre, hasta 134,962 millones, según informó en un comunicado.
En el tercer trimestre, el más seguido por los analistas de Wall Street, Exxon Mobil perdió 680 millones de dólares frente a las ganancias de 3,170 millones del mismo tramo del año pasado, mientras que las ventas cayeron un 29 por ciento, hasta 46,199 millones.
Se trata de unos resultados mejores que los del trimestre anterior, que la petrolera atribuyó a las "etapas tempranas de la recuperación" y a su reducción de capital y gastos, así como de su negocio en Guyana.
La producción de equivalente al petróleo entre julio y septiembre fue de 3.7 millones de barriles diarios, un 1 por ciento más que el anterior trimestre, lo que refleja "el impacto de la Covid-19 sobre la demanda, incluyendo restricciones económicas y ordenadas por el gobierno".
El principal ejecutivo de la firma, Darren Woods, dijo citado en la nota que confía en su "estrategia de largo plazo " y en los pilares fundamentales de su negocio, por lo que está "tomando las acciones necesarias para preservar el valor y proteger el balance y el dividendo".
Espera que su programa de capital en 2021 se sitúe entre 16,000 y 19,000 millones, por debajo de los 23,000 millones que anunció el pasado abril, pero continúa buscando "más eficiencias estructurales".
Exxon Mobil ha anunciado que reducirá su plantilla de Estados Unidos en 1.900 empleados tanto por bajas voluntarias como despidos, que se suman a otros 1,600 puestos en Europa.
También revisará su dotación de personal en cada país, lo que podría resultar en un recorte de personal global del 15 por ciento , o unos 14,000 empleados y contratistas, de acuerdo a CNBC.
Su negocio de "upstream" (exploración y producción) se benefició del aumento de los precios de mercado y la "mejora de las condiciones económicas permitió la recuperación total de la producción", aunque reconoció que las restricciones gubernamentales "impactaron negativamente" el resultado y eso seguirá así hasta fin de año.
En el área de "downstream" (refinado), Exxon tuvo unas mayores ventas debido al "incremento de la demanda" en el tercer trimestre, que ayudaron a compensar los bajos márgenes del combustible generados por la sobreoferta y la acumulación de reservas.
En cifras, la exploración y producción tuvo unas pérdidas de 383 millones de dólares y el refinado unas pérdidas de 231 millones.
Los resultados, publicados antes de la apertura de Wall Street, no tuvieron buena acogida en el mercado y sus acciones bajaban un 0.60 por ciento en las operaciones electrónicas.
Exxon Mobil, que ya no cotiza en el grupo del Dow Jones, ha perdido casi un 53 por ciento de su valor bursátil desde el comienzo del año.