Si bien CarPlay hasta ahora ha estado restringido dentro de la pantalla de información y entretenimiento, la nueva configuración de Apple liberará el sistema en las otras pantallas del vehículo, incluido el grupo de instrumentos. Al mismo tiempo, la próxima generación de CarPlay busca reforzar su control sobre los sistemas existentes del vehículo. En lugar de limitarse a las funciones relacionadas con los teléfonos inteligentes, como la música y la navegación, el nuevo sistema tendrá acceso a todos los datos del vehículo, desde la velocidad hasta el nivel de combustible, al tiempo que asumirá el control de funciones como la configuración del clima de la cabina.
“Aunque a primera vista los avances de Apple parecen algo bueno, ya que brindan a los clientes una interfaz familiar para interactuar, también excluyen a los fabricantes de vehículos de la experiencia en el automóvil y limitan las oportunidades para crear lealtad a la marca”, advierte Tom Blackie, director ejecutivo. , VNC Automoción.
Los sistemas como Apple CarPlay y Android Auto ™ han estado a la vanguardia de los esfuerzos para hacer que los automóviles se parezcan más a los teléfonos inteligentes en su funcionamiento, impulsados por la adopción generalizada de pantallas táctiles y los esfuerzos de los fabricantes de automóviles para aumentar la digitalización como una forma de atraer a un público más cliente experto en tecnología.
“Inicialmente, el auge de la pantalla táctil tenía que ver con ahorrar costos de hardware implementando todo en el software”, dice Blackie. “Ahora, algunos autos cuentan con una franja de pantallas en todo el tablero, lo que ofrece un panorama digital casi tan amplio como el propio auto. Recientemente, sin embargo, ha habido una creciente inquietud a medida que los conductores rechazan el nivel de atención que demandan estas interfaces”.
En un estudio reciente, el Laboratorio de Investigación del Transporte del Reino Unido descubrió que los conductores apartaban la vista de la carretera durante 20 segundos cuando se les pedía que reprodujeran una pista de Spotify, tiempo suficiente para recorrer un tercio de milla a velocidades de autopista. Mientras tanto, la Comisión Europea estima que la distracción del conductor es un factor en hasta el 30% de todos los accidentes en Europa, lo que indica el potencial de que los legisladores intervengan con nuevas regulaciones.
Al mismo tiempo, muchos fabricantes de equipos originales (OEM) se encuentran en un camino que los verá convertirse primero en casas de software y en segundo lugar en fabricantes de automóviles, con Volvo y Volkswagen contratando a un gran número de desarrolladores, ya que buscan software en lugar de hardware para crear diferenciación en un mercado cada vez más electrificado.
“Ese trabajo ahora corre el riesgo de ser socavado”, advierte Blackie. “Al ceder el control de todo, desde el velocímetro hasta los controles de los asientos, los fabricantes de equipos originales están brindando a Silicon Valley un acceso sin precedentes a la vida de sus clientes y renunciando a sus propias oportunidades mientras lo hacen”.
También existe el riesgo de que las características de un automóvil se vuelvan inaccesibles para su propietario si cambia a un ecosistema alternativo o se niega a actualizar al último teléfono. Algunos incluso pueden desaparecer por completo si Apple decide retirar el soporte en una actualización de iOS durante la noche.
“Los fabricantes de automóviles con los que trabajamos hacen todo lo posible para garantizar que las características funcionen tan bien después de diez años como lo hicieron el día que el vehículo salió de la sala de exposición. Ahora que los clientes conservan sus automóviles por más tiempo que nunca, existe un riesgo real de descomposición digital. Solo que ahora, los fabricantes de automóviles no podrán detenerlo”, dice Blackie.