"Si las exportaciones venezolanas e iraníes continúan cayendo, los mercados se podrían tensar y los precios del petróleo podrían aumentar sin incrementos compensatorios de la producción en otras partes", detalla el informe.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordó aumentar la producción a partir del pasado julio para estabilizar los mercados y compensar las pérdidas registradas por los casos de Irán y Venezuela, el tercero y el sexto mayor productor del grupo, respectivamente.
Teherán enfrenta la pérdida de la mayoría de sus mercados de exportación de energía ya que la administración del presidente estadunidense Donald Trump se prepara para sancionar sus ventas de crudo el cuatro de noviembre luego de retirarse del acuerdo nuclear con Irán en mayo anterior.
En agosto, la producción del país islámico cayó en 150,000 barriles de petróleo (bdp) a 3.63 millones de bpd, su nivel más bajo desde julio de 2016, ya que los compradores recortaron sus pedidos ante las inminentes sanciones estadunidenses.
Mientras tanto, la prolongada crisis económica de Venezuela ha llevado a un colapso de la producción que ha visto borrado del mercado un millón de bpd en los últimos dos años, y se espera que el suministro continúe deteriorándose rápidamente.
La AIE reportó que los países de la OPEP tienen 2.7 millones de barriles por día de capacidad de producción adicional, 60 por ciento de los cuales está en Arabia Saudita.
"No está claro exactamente cuánto, más allá de lo que se cree que es fácil poner en línea, estará disponible para coincidir con nuevas caídas en las exportaciones venezolanas y una maximización de las sanciones iraníes", adviritó la AIE.
La perspectiva de la demanda es menos alcista. El crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2018 y 2019 no ha cambiado, informó la IAE, permaneciendo en 1.4 millones de bpd y 1.5 millones de bpd, respectivamente.
Sin embargo, la demanda más débil en los miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en Europa y Asia, así como los mayores precios del gas en Estados Unidos, presionan a la baja el ritmo de crecimiento de la demanda.
A pesar de la producción y el suministro sólidos, los mercados del petróleo siguen estrechos, lo que significa que la interrupción en cualquier productor importante podría tener un impacto importante en los precios, indicó.
Por otra parte, el organismo reconoció en su informe mensual que la oferta global alcanzó en agosto por primera vez 100 millones barriles diarios, con un aumento de 80,000 barriles, gracias a una mayor producción de la OPEP, que compensó el descenso en los países que no forman parte del cártel.