El economista senior del grupo financiero, Iván Martínez Urquijo, señaló que se ha logrado estabilizar el mercado cambiario gracias a las tres medidas conjuntas anunciadas por las autoridades financieras en México: el ajuste al gasto público, el alza en la tasa de referencia y la suspensión de las subastas diarias de dólares.
“Nuestra expectativa es que dado un mayor precio del petróleo y una recuperación del sector manufacturero en Estados Unidos, hay espacio para ver una apreciación del tipo de cambio”, dijo en la presentación del informe “Situación México” al primer trimestre de 2016.
El economista principal de BBVA Bancomer, Javier Amador Díaz, consideró a su vez como positivo el ajuste presupuestal a Petróleos Mexicanos (Pemex) por 100 mil millones de pesos, toda vez que la caída del precio del crudo ha llevado a todas las empresas petroleras a recortar o posponer inversiones que no son rentables.
“Este recorte de 100 mil millones de pesos sin duda es un acierto, lo que sí creemos es que debería ser un primer paso; es deseable reducir las potenciales vulnerabilidades, principalmente del pasivo laboral, sería deseable que abordaran ese tema en el mediano plazo”, subrayó.
En tanto, el economista senior de la institución, Javier Morales Ercambrack, anunció que, dado un entorno menos favorable, BBVA Bancomer redujo su estimación para el crecimiento de la economía mexicana en este año de 2.5 a 2.2 por ciento, y prevé que en 2017 alcance una tasa de 2.6 por ciento.
Explicó que este ajuste considera que la economía nacional modera su ritmo de crecimiento en el primer trimestre del año, y después lo acelerará a lo largo del año, impulsada principalmente por el dinamismo que registra el consumo privado desde 2015.
Al respecto, Martínez Urquijo abundó que ante el entorno mucho más retador y complejo a nivel global, la economía mexicana va a tener un primer trimestre con señales de cierta moderación, por lo cual BBVA Bancomer redujo ligeramente su pronóstico de crecimiento para fin de año, de 2.5 a 2.2 por ciento.
Señaló que el ritmo de crecimiento global se modera ante un contexto con mayores riesgos para las economías emergentes, y la economía inició 2016 con señales de menor dinamismo, dada la debilidad de la producción industrial en Estados Unidos y los recortes al gasto público en México.
En tanto, Amador Díaz estimó que la inflación en México cerrará el año en alrededor de 3.0 por ciento, pues a pesar del rebote de inicio de año debido a un efecto de comparación y un choque de oferta concentrado en frutas y verduras, no hay señales de efectos de segundo orden de la depreciación del tipo de cambio y las expectativas inflacionarias están bien ancladas.